Para muchas personas con discapacidades físicas o movilidad reducida, el uso del inodoro puede resultar un auténtico reto en su día a día. Por suerte, el elevador de WC es una herramienta que les facilita bastante esta actividad cotidiana. Este curioso dispositivo que se coloca directamente en la taza del inodoro permite elevar la altura del asiento, facilitando el acceso y salida del mismo para personas con limitaciones físicas.
El elevador de WC se utiliza expresamente para elevar la altura del asiento del inodoro, pudiendo variar hasta más de 10 cm según el modelo y la necesidad de cada persona. Se trata de una herramienta que también puede ser utilizada por personas con problemas de rodilla o cadera, que necesitan elevar la altura del asiento para no tener que agacharse tanto. Incluso, es recomendable para aquellos que se han sometido a cirugías en la zona pélvica o abdominal, pues les permite evitar ejercer presión sobre estas áreas.
Qué tipos de elevadores existen
Hay distintos tipos de elevadores de WC en el mercado, cada uno con sus propias características y precios diferentes. Los dispositivos más comunes son:
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Con tapa: consisten en una plataforma que se coloca sobre el asiento del inodoro, con una tapa que se abre y cierra.
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Sin tapa: son similares al modelo anterior, pero sin la tapa y algo más económicos.
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Con reposabrazos: sus reposabrazos facilitan la transferencia del usuario desde la silla de ruedas al propio inodoro.
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Con respaldo: este respaldo proporciona mayor comodidad y apoyo al usuario, aunque suelen ser más caros.
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Con ajuste de altura: permiten ajustar la altura del asiento según las necesidades del usuario.
En general, el uso de un elevador puede mejorar considerablemente la calidad de vida de estas personas, al permitirles realizar una actividad tan habitual como ir al baño con mayor comodidad y autonomía.